jueves, 27 de septiembre de 2007

El camino hasta aquí

No recuerdo a qué edad empecé a coser. Creo que es algo que corre por mis venas, pues mi madre es modista y yo siempre he estado fijándome en ella para aprender, desde que era muy muy pequeña. A los cinco años enhebraba la máquina de coser y la manejaba perfectamente.

Hacía vestidos para mis Nancys, les hacía colchas para sus camas, y no sólamente cosía, sino que también sabía hacer punto y ganchillo, en aquella época en la la labor era una asignatura más del colegio.

Después llegó mi época de universitaria y lo dejé todo un poco de lado, y cuando lo retomé, me pasé directamente al punto de cruz, eso cuando no tenía que ayudar a mi madre en su taller de costura, claro, cosa que siempre hice por devoción, y no por obligación.

Cuando me casé, en pocos años tenía la casa llena de cuadros de punto de cruz, y los que me sobraban los llevaba a nuestro piso de verano... o sea, que decidí que era el momento de parar y hacer algo distinto. Ya hacía años que rondaba por mi cabeza el PATCHWORK, sobre todo porque cuando era pequeña me habían traido los Reyes una cuna con una colcha que imitaba un quilt, y nunca se me había ido de la cabeza.

El problema estriba en que vivo en una zona rural, y para ir a clase tengo que desplazarme, y, aunque lo intenté, no fue una solución. Así que me hice autodidacta. Bueno, no es del todo exacto... La verdad es que hay blogs de gente encantadora, que me han ayudado muchísimo. Un tutorial es algo que lleva tiempo y trabajo, sobre todo para que la persona que está viéndolo lo entienda bien, y aquí hay gente que los prepara desinteresadamente para los demás (gracias Laura, por tus fotos, tus explicaciones y tu dedicación)(gracias también a ti Ana, por contestar a mis emails y ayudarme en un momento de duda).

3 comentarios:

Anapatch dijo...

Me alegro mucho que te hayas decidido a abrir un blog. Desde luego no hay color entre hablar con alguien que también tiene blog, y por lo tanto puedes conocer algo de él, que cuando lo haces con un desconocido que aparece un día en tu email. Quizás por eso fui tan escueta, pero el consejo hubiera sido el mismo.
Los cojines que has hecho son muy bonitos y están muy bien hechos, teniendo en cuenta que no cuentas con clases.
Y dime, qué máquina compraste finalmente?

Ana dijo...

Gracias Ana.
Tengo que practicar mucho y me queda todo por aprender.

Al final me decidí por la Pfaff, pues me la recomendó el proveedor de máquinas de mi madre, y la verdad, estoy encantada, aunque ya te digo, no puedo comparar.

ALMUDENA PERSA | MAQUILLADORA PROFESIONAL dijo...

Hola Ana
Estoy deseando aprender ¿podrías recomendarme blogs donde iniciarnme?
Gracias
Almudena